viernes, 17 de septiembre de 2010

Capítulo ocho

El último capítulo que subo.

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—Lera, ¿Por qué cada vez que haces planes me destrozas los míos?

Enki esperó a estar a solas antes de preguntar, no le apetecía nada que hubiera tantos testigos de su muerte. Valeriya alzó la mirada, examinándolo.

— ¿Acaso tienes algo más importante que hacer que esto? —inquirió.

—Bueno, tenía otras órdenes tuyas que cumplir esa noche.

— ¿Qué ordenes? —Siguió, con ese tono que reservaba a los interrogatorios—. No recuerdo haberte dado órdenes para mañana.

— ¿No? Me diste la orden de pedirle a esa chica una cita…

— ¿Cuándo? —preguntó, esta vez con sorpresa.

—Pues esta mañana, cuando estaba ella en la tienda… —De pronto, y al oír sus palabras, Enki se dio cuenta de la realidad— Perdona, Lera, son cosas mías.

Enki abandonó el despacho, dejando a Valeriya descolocada.

—Nota para mí: Nunca pedirle nada al camello de Enki—dijo en voz alta.


—Enki, tío, ¿qué tal el curro?

Dave se acercaba a él, frotándose la mejilla izquierda con el dorso de la mano. Cuando llegó a su altura, le dio un “leve” golpe en el hombro a su amigo, como era costumbre—aunque esa costumbre hubiese iniciado peleas algunas noches—.

—¿Has sido tú quien concertó la cita con el vendedor? —inquirió Enki

—Pues no, creo que fue Dimitri. ¿Por qué lo preguntas?

—Mañana tenía una cita, tío.

— ¿Con la…? —Dave se llevó las manos al pecho, simulando los inconfundibles atributos de una mujer— ¡Qué mala suerte! Llámala para cambiar la hora.

—No tengo su número, así que solamente puedo esperar a que ella pase o esta tarde o mañana por la tienda.

—Joder, pues si no aparece vas a tener que buscarte una buena excusa, algo así como que te han robado el coche o te quemaron el local…

— ¡Eso es! Dave, eres un genio.

—¿Qué he dicho? No irás a…

Un grito le cortó. Enki y Dave se callaron un segundo antes de buscar la fuente del ruido. Cuando llegaron al vestíbulo, se encontraron a Yura y Alexey sujetando a una mujer rubia, que forcejeaba intentando zafarse mientras profería gritos dirigidos hacia una persona que no se hallaba en la estancia.

—¡Sasha, no puedes casarte con esa!

—¿Qué pasa aquí? —Preguntó Enki mientras Dave se reía a su espalda.

—La señorita Winry ha atacado a Sasha—respondió Yura.

—¿Atacado? ¡Si sólo trataba de sacarle de su error! ¡No puede casarse con alguien a quien no conoce!—gritó Winry, mientras Enki se mordía el labio tratando de no reírse. Dave, sin embargo, ya lloraba— ¡Y tú, o te callas o te arreo otra!

—Winry… llevan saliendo tres años.

—¿Y qué? Eso no significa que no sea un error…

Enki soltó una mezcla de suspiro y carcajada antes de pedirle a Yura que la llevase a su coche, que la dejaría antes de ir de nuevo a la tienda. La chica se negaba, alegando que debía ayudar al piloto con el problema que tenía, mientras se oían de lejos los gritos de éste diciendo que problema, lo que se dice problema, ninguno. Cuando al fin consiguieron que se sentase, casi amarrándola con el cinturón, Enki aceleró antes de que Sasha apareciera para pedirle un aumento de suelto por el acoso que sufría.


—Bueno, ¿cómo pensáis que acabó el asunto de los Vongola? —Preguntó Alexey una vez estos se sentaron frente a la barra.

—Si tenemos que reunirnos con ellos es que ese asunto no acabó— observó Sasha.

—La versión oficial es que se ha estancando—añadió Dave.

— ¿Y la no oficial?— preguntó Marik

—¿Habéis visto como llego Lera anoche a casa? Y Enki tampoco llegó muy bien que digamos…

—¿Crees que se acostaron? —Preguntó Yura.

—No, Enki me pidió que le volviese a meter el airbag al coche, creo que durmió sentado allí—respondió Alexey—. Pero la jefa no vino con el traje que llevaba anoche, eso os lo aseguro.

—Y eso implica…

—Exacto—afirmó—. Además, la otra persona con la que la jefa habló anoche fue…

— No jodas, ¿con el Vongola?— Alexey asintió.

—¡Así se solucionan los problemas! —exclamó Marik.

—Ninguno de nosotros apoya tu teoría de que follando se evitarían guerras—soltó Sasha entre las risas de sus compañeros.

—Eso decís ahora. Ya veréis como ya no tendremos problemas gracias al gesto de la jefa—dijo Marik.

—¿Qué decías de mi, Marik?

El aludido se giró para encontrarse de frente a Valeriya, quien lo miraba con esos ojos que buscaban respuestas a cualquier precio, y se llevó la copa a los labios para beber un buen trago antes de hablar, ganando tiempo.

—Pues… los chicos y yo comentábamos que… gracias a usted, el tema Vongola pronto estaría zanjado.

—Ajá… —la jefa no apartó la mirada, esperando el resto.

—Eso… Eso es todo.

Por un segundo Marik temió represalias. Intentó tomar otro sorbo, pero la copa estaba vacía. Tragó saliva. Suspiró aliviado al ver como Valeriya se giraba hacia la barra.

—Esperemos que el miercoles sea la última vez que tenga que ver a ese presuntuoso pseudo-italiano—dijo Valeriya—. Como intente emborracharme otra vez, juro que…

Se detuvo al ver que todos a su alrededor la miraban fijamente.

—¿Qué he dicho?


—¡Enki, da la vuelta!

El mencionado maldecía la idea que tuvo de llevarla, ahora tenía un insufrible dolor de cabeza y a una histérica dando gritos en el coche.

—Por muy gracioso que me resulte el verte atacar a Sasha, no tengo intenciones de buscarle otro piloto a Lera. Además, no vas a conseguir nada.

—¿Y tú que sabes? La gano tanto en aspecto como en personalidad.

—Te recuerdo que no la has visto. Además, Eva en belleza no se queda atrás.

—¿Eva? —preguntó la chica.

—Así se llama la novia, digo, prometida—Enki disfrutó del efecto de sus palabras— de Sasha.

—¿Y cómo es?

—Es una chica rubia, de ojos azules y piel pálida. Y es muy guapa. Y deja ya a Sasha—añadió al ver que Winry abría la boca para replicarle.

—¿Qué pasa mañana por la noche—Preguntó ella, tras un tiempo de silencio.

—No es de tu incumbencia.

—¡Oh, vamos! Cuéntamelo. ¿Qué vais a hacer para que te chafe los planes?

—No puedo decírtelo

—¿Y qué planes tenías? Al menos eso sí me lo puedes contar

—Pues… había quedado con alguien.

—¿Una chica? ¡Qué calladito te lo tenías!—gritó Winry.

—Bueno, pero no puedo ir. Así que tendré que darle una excusa... ¿Tú podrías ayudarme?

—Ni de coña—negó ella—. No si no me cuentas qué os tramáis Lera y tú.

Enki meditó. Por un lado necesitaba ese número, pero por otro Valeriya lo mataría si se enteraba que iba divulgando los asuntos de la familia a una periodista, por muy amiga que fuese. Y sabía que si tan sólo decía que eran asuntos de negocios, ella se negaría, alegando que con tan poco no habría trato.

—No puedo decírtelo.

—Pues que tengas suerte, porque yo no pienso ayudarte—dijo Winry, bajándose del coche.

Enki maldijo su mala suerte.


Valeriya colgó el teléfono. Se encontraba en su despacho, y acababa de terminar una conversación con Ivanov que, por los gritos que la jefa profería, no era muy agradable.

—Maldito imbécil... En la reunión del miércoles pienso traerlo para que juegue con Rohan.
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Espero que la Winry real no sea tan cabrona xD

2 comentarios:

  1. Vale, después de tantas revisiones y correcciones, puedo deicr que me gusta el resultado. ¡Que monos somos todooos! xD Y cómo se va a viviar Lera con la reunión del miércoles. Esta vez no me excluyas ¿eh? ¡Y recuerda seguir donde Leo lo ha dejado!

    Me guta, me guta como va todo n__~

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  2. XD Como te gusta ir de victima Enki. Si todos sabemos que te gusta que Winry te pegue y yo te chafe los planes (ya veo a este corriendo como loco alrededor de la tienda en llamas y con un bidon de gasolina en las manos XP).

    Siempre me tocan las reuniones con Ivanov. Como os gusta que me ponga en ridiculo yo misma T.T
    Bueno, se me acaba de ocurrir una escena con Rohan, mi pequeñin.

    Bueno, me ha gustado. A ver a donde llega toda esta locura.

    Por cierto, yo estoy de acuerdo con Marik!!!
    Follando y comiendo buena comida es como se solucionarian las guerras! ^o^

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